Taller dirigido por Nina Reglero, directora artística de La Nave, proyecto del Teatro Calderón de Valladolid, el dramaturgo Antonio Rojano y el músico Rodrigo Muñoz. En el centenario del nacimiento del escritor vallisoletano Miguel Delibes, la ESADCYL ha preparado este Taller de creación multidisciplinar a partir del discurso de ingreso del escritor a la Real Académica Española el 25 de mayo de 1975, titulado “El sentido del progreso”.

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Este es un espectáculo posible para un centenario de Miguel Delibes. Una tentativa a partir de sus palabras. En este caso, las que escribió en 1975 con motivo de su ingreso a la Real Academia. Pero las palabras que conforman El sentido del progreso no nos suenan a algo lejano, sino que parecen escritas hoy mismo. El tiempo no les ha hecho cambiar de opinión. Todo lo contrario. Lo que entonces fue un grito aislado, un aviso, es hoy voz compartida y conocimiento científico. Lo singular de este texto es que se trata de un discurso nada académico ante un público formado casi exclusivamente por académicos. Incluso la literatura y el lenguaje pasan a un segundo plano ante el verdadero centro de atención, que no es otro que la denuncia hacia un futuro deshumanizado, precisamente, por no integrar en él el respeto a la naturaleza, la “casa común” de todos. El progreso ha sido mal entendido por el hombre, afirma Delibes. El progreso pierde su razón cuando nos ata y esclaviza, cuando, a favor del bienestar momentáneo, se destruyen nuestros entornos naturales y nuestras raíces. Desde el futuro de este problemático 2020 entendemos mejor lo que Delibes nos quería decir. La versión se ha limitado a seguir sus pasos, a eliminar ejemplos ajados por el paso del tiempo, tratando de sintetizar y elevar cada una de las ideas centrales del discurso. El diálogo con una nueva generación ha refrescado el texto y ha permitido que los jóvenes de hoy discutan con Don Miguel usando sus propias palabras. El futuro ya está aquí y depende de nosotros, de mujeres y de hombres nuevos. Depende de ellos, de los jóvenes. Este es nuestro pequeño homenaje a un texto visionario y profundamente humanista.

Antonio Rojano